Este viernes 13 de Septiembre cumpliré ya 41 años de vida. Más allá de que mi cumpleaños caerá en un día considerado de mala suerte, está el estigma del número de años que acumularé.
No se trata de ninguna edad peligrosa ni de nada por el estilo, es más bien que el número 41 se relaciona en México con los homosexuales, debido a que durante el gobierno de Porfirio Díaz, se llevó a cabo una redada de homosexuales en una fiesta particular en la Ciudad de México, el escándalo más sonado de los siglos XIX y XX en el país. Se detuvo a un total de 41 hombres, algunos vestidos de mujer incluso. La noticia fue difundida por un periódico que mencionaba que eran 41 los detenidos.
Posteriormente, se extendió el rumor, nunca confirmado ni negado, de que en realidad serían 42 los detenidos, siendo el número cuarenta y dos el yerno de Don Porfirio, al que se le habría permitido la fuga. El estigma en la sociedad Mexicana fue tal, que a partir de entonces, de manera discreta, se evita utilizar el número 41, en una habitación de hotel, número de empleado, e incluso ¡en un regimiento militar!
Dicho lo anterior, resulta evidentemente que los hombres en México evitan mencionar su edad cuando cruzan por los 41 años, pues se convierten en blanco de bromas, y vaya que los mexicanos sabemos cómo hacerlo. Es por ello que muchos se estacionan 2 años en los 40 para brincar de los 40 a los 42.
Por mi parte, y sin mayor empacho, comparto con ustedes que nací un 13 de Septiembre de 1972 (por si quieren sacar cuentas). Este año caerá en viernes, sin que me importe mucho si será es de buena o mala suerte, y estaré cumpliendo ¡41 años!
¡Happy 41 to me!
